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La Universidad Católica del Maule lidera el desarrollo científico regional. Noviembre 2019

Investigadores de nuestra casa de estudios a través de sus iniciativas con apoyo de Conicyt, permiten posicionarnos tanto a nivel regional como nacional.

Un segundo semestre de buenas noticias para el desarrollo de la ciencia tuvo la Universidad Católica del Maule. Lo anterior, porque nuestra casa de estudios se adjudicó un total de 13 proyectos del Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt) y un proyecto del Fondo Nacional de Investigación y Desarrollo en Salud (FONIS) de Conicyt.

A nivel nacional, la UCM ocupa el noveno lugar entre las universidades con mayor número de proyectos que obtuvieron financiamiento Fondecyt, mientras que a nivel regional se posicionó en el primer puesto. Además, la investigación liderada por la Dra. Liliana Zúñiga de la Vicerrectoría de Investigación y Postgrados (VRIP), fue el único proyecto de regiones que obtuvo financiamiento FONIS. Según cifras de Conicyt, para este llamado postularon 217 proyectos en total y solo 17 iniciativas se adjudicaron fondos.

Al respecto, la Dra. María Teresa Muñoz Quezada, Vicerrectora de Investigación y Postgrado de la UCM, comentó que “Este es el resultado de un trabajo conjunto entre nuestra Vicerrectoría, los investigadores y la Universidad, que desde su Plan de Desarrollo Estratégico se ha focalizado en fortalecer el área de investigación y se han habilitado todas las herramientas para lograrlo, sin embargo, el mérito principal es de nuestros investigadores”, sostuvo.

Sobre las investigaciones Fondecyt que se desarrollarán, explicó que “Hay investigadores que están recién graduados de su doctorado y otros vienen con todo un potencial y conocimiento desde el extranjero, lo que nos está poniendo en primer lugar con respecto a las temáticas científicas a nivel regional. Ellos traen sus conocimientos desde afuera, para potenciar a la Región del Maule, lo que nos hace sentir muy orgullosos, porque además de fortalecer nuestras áreas prioritarias, reafirmamos nuestro compromiso con la Región”, dijo.

Mujeres en ciencia

Para este llamado 2019, la UCM presentó un total de 36 iniciativas a Fondecyt de iniciación, de las cuales 13 se adjudicaron financiamiento para su ejecución. Destacan investigaciones de diversas áreas, desde las ciencias sociales, matemáticas, psicología, estadísticas, educación, hasta biotecnología, ingeniería, sociología, derecho, antropología, salud, entre otras.

Karina Vilches, directora de Investigación de la UCM, detalló que la Universidad superó en número de postulaciones y adjudicaciones, a todas las instituciones regionales, lo que es consecuencia de una estrategia de atracción de jóvenes talentos a la casa de estudios.

A esto se suma que de las 13 iniciativas UCM, nueve serán lideradas por mujeres: Chiara Saracini, Radha Pyarasani, Valeria Sumonte, Carolina Marchant, María José Seckel, Isabel Aguilera, Daniela Jarufe, Aparna Barnaje y Mariana Lazzaro. Al respecto, Karina Vilches comentó que “Me gustaría destacar la cantidad de mujeres que ganaron proyectos, tanto chilenas como extrajeras, pues tenemos nueve proyectos liderados por investigadoras, un resultado que se diferencia con lo que ocurre en otras instituciones, y rompe también con la tendencia de que los proyectos adjudicados son principalmente liderados por los hombres”, resaltó.

Mejor evaluación de exposición a plaguicidas

En tanto, el proyecto FONIS, liderado por la Dra. Lilian Zúñiga, desarrollará la investigación “Validación de instrumentos de evaluación de exposición a plaguicidas organofosforados (OP) asociados al sistema de vigilancia epidemiológica chileno”, que busca analizar la efectividad de estos instrumentos a fin de proponer mejoras.

En Chile, existe un protocolo de vigilancia epidemiológica para trabajadores que están en riesgo de exposición a plaguicidas, documento provisto por el Ministerio de Salud en el que se dan a conocer las directrices que permitirían identificar las condiciones de trabajo necesarias para el uso de plaguicidas, con la finalidad de proteger la salud de los trabajadores y detectar a tiempo posibles daños.

Según explicó la investigadora de la UCM, hay una enzima en nuestro cuerpo, fundamental para el buen funcionamiento del sistema nervioso, que es el blanco de acción de los OP. “Este órganofosforado se pega a la enzima acetil colinesterasa y no la deja actuar ni realizar su actividad normal. Con el protocolo de vigilancia se monitorea el estado de la enzima y en caso que su actividad se vea disminuida o inhibida en un 30%, el trabajador debería ser removido de su puesto de trabajo”, expuso.

Sin embargo, una de las falencias que detectaron en este protocolo es que no compara las mediciones de esta enzima acetil colinesterasa en los trabajadores agrícolas antes y después de la fumigación, sino que más bien se realiza una vez que presentan problemas de salud.

La preocupación surge porque los plaguicidas de tipo órganosfosforados se utilizan para controlar poblaciones de insectos, actúan a nivel neurológico y no solo los insectos se ven afectados cuando están en contacto con estas sustancias, sino que también a la persona que lo aplica y la familia agrícola en general, incluyendo niños y mujeres embarazadas. Por ello, una de las preocupaciones de la comunidad científica es identificar qué sucede con las personas que viven cerca de predios agrícolas.

Al respecto la Dra. Liliana Zúñiga dijo que “La exposición crónica, a bajas dosis se ha vinculado con el desarrollo de enfermedades crónicas como cáncer, enfermedad de Parkinson y Alzheimer, malformaciones congénitas, diabetes, daños cognitivos y neurológicos, entre otras, se podría estar considerando que esta temática de los plaguicidas podía ser una de las multicausas de las enfermedades aumentando los riesgos de manera significativa”, sostuvo.

Otra inexactitud que identificaron es que el sistema de vigilancia, solo aplica en trabajadores que tienen contrato formal o pertenecen a mutualidades, que no son la mayoría de los trabajadores agrícolas. “Tenemos todo un grupo de trabajadores de la agricultura familiar campesina bajo ningún tipo vigilancia, la idea nuestra es que demostremos si el protocolo de vigilancia discierne si una persona está con peligro de intoxicación aguda o no, y que, además, aplicando este cuestionario que se desarrolló en la Universidad, podamos mejorar la sensibilidad del protocolo para detectar mejor a las personas en riesgo y que sea eventualmente extendido a todos los trabajadores”, comentó.

Cabe destacar que la Universidad Católica del Maule ha venido trabajando desde hace más de 10 años en investigaciones en torno al correcto uso de plaguicidas y sus efectos, incluyendo intervenciones educativas a comunidades escolares, a fin de revelar el potencial daño al cual está expuesta la población.