La directora general de Docencia en entrevista, hizo un balance de lo que fue este primer semestre 2020 impartido de manera no presencial.
Como una forma concreta de enfrentar la pandemia, en pos de resguardar a toda la comunidad universitaria, el inicio del año académico 2020 exigió una variación en la planificación inicial.
Fue así como de manera excepcional y de forma transitoria las clases de este 2020 se están realizando de forma no presencial, una medida que busca cumplir con la obligación de prestar servicios educacionales que tiene la institución, resguardando la calidad de ellos y el cumplimiento de las competencias formativas del Plan Estratégico, adaptándose así a los
requerimientos y necesidades de los estudiantes.
Una solución que se enmarcan en una situación de fuerza mayor y que ha demandado a toda la comunidad universitaria el máximo de solidaridad ante los inconvenientes que pudieron haber surgido en el proceso de adaptación de esta medida.
Transcurrido el primer semestre académico de este 2020, la directora general de Docencia, Ana Jara en entrevista, hizo un balance del camino recorrido hasta acá.
¿Pensó alguna vez que la institución iba a prepararse de manera tan rápida para darle a sus estudiantes la posibilidad de continuar su formación, en el contexto de la pandemia?
Nunca imagine que deberíamos cambiar casi instantáneamente la modalidad del proceso educativo para dar continuidad a la formación de los estudiantes.
Lo primero que pensé, era que debíamos actuar rápido y de forma responsable para poder proteger la salud y la vida de toda la comunidad. Luego, comenzamos a identificar los recursos digitales existentes y analizamos cómo podíamos potenciarlos para poder hacer frente a esta crisis. La que, si bien ha sido muy dura, también nos ha traído consigo grandes oportunidades para quienes somos parte de una institución de Educación Superior, ya que hemos podido
demostrar que a través de un trabajo colaborativo, reflexivo y creativo, podemos fortalecer y diversificar la didáctica, más todavía en el contexto que impredecible en el que estamos insertos aún.
En este cambio tan brusco ¿Con qué unidades no académicas se apoyaron para poder realizar este trabajo y cómo fue la coordinación entre ustedes?
Con muchas de ellas, con Dirección de Tecnologías de la Información, Dirección de Comunicaciones, Dirección General estudiantil, Sistema de Bibliotecas y Servicios Financieros, por mencionar algunos. En un comienzo, nos coordinábamos casi de forma diaria, al ser procesos nuevos, requerían de mayor dedicación y consensos.
Para planificarnos, obviamente que tuvimos que articularnos entre todas las unidades mencionadas y también con las facultades, escuelas y la Vicerrectoría Académica, con el objetivo de poner todos nuestros recursos al servicio de la comunidad universitaria.
¿Cómo fue la recepción de las unidades académicas a todos los trabajos que realizaron para capacitar a los académicos a realizar sus clases por Teams?
Considero que las reacciones fueron diversas, dado los sentimientos que provoca esta pandemia en cada uno de nosotros, en la que hemos experimentado miedo, ansiedad e incertidumbre, entre
otras. Pero una gran mayoría comenzó a sumarse de inmediato a las acciones que como Dirección General de Docencia realizamos.
¿Cuáles fueron las principales acciones que realizaron ustedes?
Entregamos orientaciones y asesoría a los comités curriculares en relación a los aspectos a modificar dada la contingencia, también capacitamos y creamos de material de apoyo sobre el uso de nuestras plataformas tecnológicas como UCM virtual, Teams, metodologías para una docencia on line, evaluaciones en línea, etc.
Además, tuvimos que adecuar los procesos administrativos del Departamento de Admisión y Registro Académico (Dara) a una modalidad no presencial, al igual que los programas de acompañamiento y apoyo que entrega el Centro de Apoyo al Aprendizaje para nuestros estudiantes, especialmente a los de primer año, que no han podido nunca tener clases presenciales en la UCM.
¿Cómo ha sido la respuesta de los académicos a esta nueva forma de hacer clases?
A través de una encuesta de percepción de la docencia en modalidad on line, nos pudimos percatar que a pesar de lo complejo que pudo resultar este proceso, un alto porcentaje de la muestra de académicos encuestados, se encuentra satisfecho/a con el desarrollo de clases en modalidad virtual, lo que da cuenta de que, si bien fue un proceso complejo en un inicio, poco
a poco hemos podido ir adecuándonos a esta realidad.
Por último… ¿Qué balance hace de este primer semestre?
A sido un semestre de crecimiento, positivo diría yo, ya que logramos sobrellevar un proceso que no estaba planificado de forma rápida, con adaptaciones y procesos de mejora, lo que ha implicado un esfuerzo de toda la comunidad universitaria.